Pleitos tengas y los ganes, dice la maldición. Y si aceptamos  la sabiduría popular que se atribuye a determinadas expresiones o refranes, la frase puede no estar muy descaminada.

El mundo de la justicia, como cualquier otra parcela de la vida, tiene su propio lenguaje, sus normas, sus ritos e incluso su vestimenta y, por supuesto, una idea que circula en el imaginario popular en el sentido de que merece la pena permanecer lo más alejado posible de los Tribunales de Justicia.

Aun así, vivimos en una sociedad que por sus propias características hace que en determinadas ocasiones sea necesario buscar el consejo y ayuda de un abogado, bien por existir un procedimiento judicial abierto, bien por ser necesario iniciarlo o, incluso,  para evitar acudir a la administración de justicia.  

Concebimos la abogacía como un servicio a los ciudadanos quienes, cuando así fuera necesario, deben rodearse de un profesional que les asesore en cualquiera de los múltiples campos del derecho donde puede plantearse una dificultad, dificultad a la que se une, en general,  el  desconocimiento de las leyes, de su contenido, de los derechos que todos tenemos (también de las obligaciones) o de la forma de ejercitarlos.

¿Quién no ha acudido alguna vez al médico o a un mecánico por tener un determinado problema y no ha entendido el lenguaje o las soluciones que se ofrecían? Una de nuestras preocupaciones ha sido siempre intentar que la persona que nos consulta un problema , al menos, entienda perfectamente la realidad de su situación, las posibles consecuencias, etc. Por ello,  ofrecemos un trato personal y directo, claro y sencillo en su desarrollo, con precios ajustados y acordados desde un primer momento y con una predisposición absoluta a ayudar a solucionar las controversias planteadas.

Pretendemos, en definitiva, que la presentación de esta página web sea también nuestra carta de presentación. Esta página la hemos dividido en varias secciones que vienen a coincidir con la distinción usual entre distintas ramas del derecho. Intentamos utilizar un lenguaje lo menos técnico posible para una mejor comprensión de su contenido y estamos a su disposición para aclarar las dudas que se presenten.

Muchas gracias por su atención

Rafael Ramos Rodríguez